El Tao de las Flores. 25 de noviembre

Este es un libro poema, un poema códice, un grito susurrado.

Coidados e migraciones

Hoy se inaugura en un pequeño museo a orillas del Cantábrico una de las tres muestras que conforman la parte artística del proyecto de Anxela Caramés sobre los cuidados y las cuidadoras. Presento dos vídeos dentro de las instalaciones de este museo dedicado al mar, mientras en la fachada se exhiben fotos de gran formato de la artista gallega Mar Caldas. Como pueden ver, el museo es pequeño. Esto para mí no tiene gran diferencia a un gran espacio expositivo, ya que siempre me ha interesado llegar más allá del mundo del arte. Por eso saqué la obra a la calle en el 2003. Por eso he expuesto en museos de arqueología, centros excéntricos, espacios rurales. Y no es que me niegue a la Tate, el CGAC o al MUAC, por supuesto, pero aunque la validación del mainstream no lo tome en cuenta, el ofrecer mi obra a la gente que no va a museos de arte contemporáneo, y es más, devolvérsela si es que han participado en mis proyectos, me es sumamente importante y valida lo que hago ante mí misma.

Exposición marina esta, con Mar Caldas, en el Museo del Mar, con las mujeres que cruzan océanos, a la orilla del Cantábrico.

(Además soy la única no galega (soy astur), pero el haber vivido en A Coruña hizo que me salieran raicíllas por ahí).

El museo y las cuidadoras de Mar Caldas

Y como siempre, es muy lindo ver que hablen sobre mí en otras lenguas. La traducción y el texto son de Anxela.

Elizabeth Ross (Cidade de México, 1954. Reside en Cuernavaca, Morelos, México)
Artista visual, curadora, xestora cultural, escritora e investigadora feminista. De ascendencia náhuatl, asturiana e mexicana, foi influenciada polos movimentos sociais xurdidos en 1968. Activa como artista desde os noventa, sobre todo traballando con museos e galerías, en 2003 decide levar su obra á rúa para interactuar directamente co público, a través de instalacións, intervencións e accións artísticas. Manexa distintos medios como a cerámica, a escultura, a fotografía, a escritura, o vídeo e multimedia, land art, e o que ela mesma denomina “axións” rituais. É iniciadora de procesos socioculturais, líder de proxectos artísticos e de investigación, promotora de propostas xornalísticas e comunitarias, nas cales busca de xeito insistente, co feminismo como eixe transversal, a intersección da arte, a identidade, o medio ambente, a memoria, a política e o eido social, xunto coa creación de redes que potencien o desenvolvemento dos proxectos e de quen se implica neles.

¿Y, dónde están las mujeres? Cruzando océanos (2013-2015 / 2022)
Vídeo dixital, 25 min

Proxecto artístico, procesual e participativo de investigación, acción e produción sobre as mulleres e a súa movilidade territorial, temporal e psicolóxica. Entrevistou, entre 2013 e 2015, a unha serie de mulleres migrantes tanto en España -fundamentalmente na Coruña e Madrid- como en México. Son mulleres proveñen de diferentes países: coidadoras doutros que buscan selo tamén de si mesmas, para reflexionar sobre a migración desde unha perspectiva de xénero. Anteriormente noutras propostas de ¿Y, dónde están las mujeres? combinou fotografía, instalación e vídeo para falar sobre a migración, centrándose no que sueñan, desexan e lembran as mulleres que migran. Para este vídeo, que se presenta por primeira vez no Museo Provincial do Mar, seleccionou as historias de dúas mulleres: unha latinoamericana e outra española, como contraste e exemplo das distintas realidades. Por unha banda, Marlen de Honduras, con estudios administrativos no seu país, pero que exerce de traballadora doméstica e coidadora en Madrid para poder manter aos seus irmáns. Por outra banda, Débora de Lugo: nai de dous fillos, decoradora e propietaria dunha tenda na Coruña antes de marchar a Cidade de México para buscarse a si mesma, onde traballa como profesora de ioga infantil.

Menos perfectas, más humanas

Ese es el subítulo del eje temático sobre el cuerpo de la exposición ¡Vivas estamos, estamos vivas! sobre als violencias, bajo la curaduría de Karen Cordero y Cecilia Noriega, en la Alhóndiga de Granaditas, dentro del 50 Festival Cervantino.

comparto el espacio con Carmen Mariscal y su Ayuno Voluntario (la mesa), Mujeres de peso, de Patricia Aridjis, Cuerpa, de Erika Bulle, además de Antropología del cuerpo moderno, obra de Mariana Dellekamp, piezas de Rebeca Monroy, Lorena Wolffer y material del archivo de Ana Victoria Jiménez.
Con Las mujeres de peso y Cuerpa

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Atadura de Años, Selfienovela, una entrañable colaboración con mi hijo Alonso Sandino, ha sido un desnudarse hasta los huesos sobre mi proceso de envejecimiento. Pero cada día que pasa voy encontrando nuevas rutas, nudos, deslumbramientos, achaques, xue (puntos de acupuntura) qué presionar, cada vez más perfecta en mi imperfección.

Por lo pronto, ahí la dejo. Si quieren verla más de cerca, pueden hacerlo aquí: https://issuu.com/elizabethross6/docs/atadura_de_a__os_selfienovela

Cruzando océanos hasta Galicia

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Cuidados, vulnerabilidades y dependencias. Miradas desde los feminismos, un proyecto de arte y pensamiento sobre la sustentabilidad de la vida y el cuidado, con un abordaje multidisciplinario que quiere situar el cuidado en el centro del debate, tras constatar la necesidad de intervenir críticamente en el espacio público. ¿Cómo se resuelve el área del cuidado de los demás en nuestra sociedad?

Se abordará la organización social del trabajo doméstico y de cuidados, la maternidad y su ejercicio en (in)compatibilidad con otros procesos vitales, la precariedad. Se discutirá el binomio trabajo doméstico/mujer migrante, y su correlación en las instituciones culturales con las limpiadoras. Reflexionaremos sobre la carga familiar de quienes trabajan en sus hogares, los problemas y desafíos de la crianza desde la perspectiva de las artistas que son madres, y también la complejidad del cuidado de personas mayores y dependientes.

Este tema se pensará y reflexionará a través de una jornada organizada en torno a conferencias, mesas redondas, un taller de autoetnografía y la proyección de un documental, que tendrá lugar en la Fundación Luis Seoane de A Coruña, así como del ciclo de intervenciones ubicadas en tres espacios de la Red Provincial de Museos de Lugo: Museo Fortaleza de Narla, Museo Pazo de Tor y Museo del Mar.

En este último, el Museo del Mar que tanto extraño, se estará proyectando desde el 15 de noviembre uno de mis videos: Y, ¿dónde están las mujeres? Cruzando océanos, parte del proyecto que me permitió formar parte del SNCA y que comencé en España para terminarlo (digo, es un decir) en la Ciudad de México. Para esta ocasión reedité algunos videos de ese proyecto para que abordar la migración desde la perspectiva de varias mujeres de distintas generaciones
Cuidados, vulnerabilidades y dependencias. Miradas desde los feminismos inaugura hoy 13 de octubre de 2022 y estará en el espacio público hasta marzo de 2023.
Organizan: Angela Caramés (comisaria), Antía Pérez Caramés e Iria Vázquez Silva Ir Vai
Con el patrocinio de la Fundación Luis Seoane y la Red Provincial de Museos de Lugo.

Un texto de Francisco Moreno sobre Notlallo

Totomoxtles cual flores que cobijan corazones de barro, granos de maíz, discretas cenefas y grecas, la diosa de la luna protege una tablilla de arcilla que conserva residuos de nuestro pasado, mazorcas ocres y blancas en fondos de chocolate; huellas de olotes y semillas de vida, la vida trasmuta nuestro cuerpo y nace la tierra: Notlallo.

Del cielo cual lluvia en hilos móviles aparecen vestigios ancestrales de múltiples razas de maíz, un cumulo de arcilla michoacana se transforma en testigo de nuestro pretérito, el rastro de las tablillas son guía y nuestro pasado milenario hace llover granos secos color amarillo, gotas de oro; un río hecho de maíz alimenta las manos de Elizabeth, ella trastoca su linaje para hacer del origen, presente.

En una pequeña sala se yergue una gran exposición. El aposento que la recibe es una antigua casona con más de 400 años, un museo dedicado al arte indígena contemporáneo enaltece nuestras raíces, y en ella aparecen vasijas, comales y metates. El sábado pasado subí a la habitación que abrió sus puertas al magnífico trabajo de Elizabeth Ross.

Cuando llegué, el espacio lo habitaban tres mujeres y un hombre, inevitable que nuestras miradas no se cruzaran, el silencio me dio la mano y recorrí una a una las piezas de esta muestra. Al poco tiempo arribó quién construyó una grandiosa exposición en la misma casona: “En Cuentepec barro se dice Sokitl”. José Valtierra abrazó a una mujer, y yo me escondí entre las lianas de tablillas de maíz; es tan grato hallar a los amigos entre tanta belleza que nos estrechamos con afecto, y ahí, entre visitas y amigos conocí a Elizabeth.

Del saludo y su delicada presencia pasamos al diálogo, a la historia, a los veinte años que tiene esta muestra que hoy se renueva. Notlallo es una exposición instalación “basada en mitos prehispánicos y particulares, decantados por largos años de búsqueda y hallazgo”. Las manos de Elizabeth crean, transforman, resignifican, son agua y tierra, arcilla y mazorcas, dioses y mitos, miradas y huellas.

Conocer a Elizabeth a través de su trabajo fue el mejor regalo el sábado pasado, qué mejor que escucharla narrar su quehacer, sus proyectos, sus viajes, las andanzas de ella son tantas que este encuentro fue apenas el inicio de un camino que espero recorrer cercano a ella.

El Museo de Arte Indígena Contemporáneo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos es una maravillosa alternativa para disfrutar una mañana en Cuernavaca. No dejen de visitarla, y en breve les cuento mis impresiones de la muestra que curó Valtierra, la riqueza del barro de Cuentepec.

Francisco Moreno. 05.09.2022

Una entrevista

Más videos chinos

Notlallo en Cuernavaca

Me inicio como ceramista durante 1976, cuando aprendí a amasar en la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana. A partir de entonces he caminado por el arte con mis propios medios, aprendiendo de aquellas personas dedicadas por tradición a la alfarería, ya que he vivido en pueblos alfareros, y también de artistas; y aunque la maternidad y un aislamiento geográfico circunstancial retrasan mi profesionalización, mi propio hacer e investigación con el barro producen un estilo libre y único en mi cerámica, que deviene naturalmente escultórica.

No es hasta 1990 que presento mi primera exposición individual en la Casa de Cultura de Valle de Bravo, donde establecí la primera galería exclusivamente enfocada en el arte del barro y donde organicé las primeras exposiciones con otros artistas, como Jorge Wilmot, Graziella Díaz de León y Gustavo Pérez. En 1994 presento 134 piezas en Ciudad Profunda –dedicada al querido Guillermo Bonfil Batalla– en el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce en Morelia, Michoacán, misma que itineró por el país durante tres años gracias al interés del INBA.

Algo que caracteriza mi obra cerámica es que surge de narrativas particulares que se resuelven en series mostradas como instalación. Participé en Solo un guiño, escultura mexicana en cerámica que se presentó en la ExpoLisboa 98, curada por Ingrid Suckaer con una pieza de 5 unidades; en la I Bienal Olga Costa de Pintura y Escultura, en la II Bienal de Arte en Cerámica y en De la Misma Tierra, Salón Nacional de Cerámica que se efectuó en Monterrey.

Mujer, una cosmogonía, El camino de la memoria, Blanco Desnudo, Piedras de Luna, Translated (resultado de una residencia en el Centro Banff para las Artes con una beca del FONCA), En manos de Diana, Notlallo, mi cuerpo, mi barro; Manos de Bruja, Relatos de la Travesía: Tierra Viva, Reina de Corazones: conjuros de amor, Corazón abierto – qué cosa es el amor, Ruptura, las últimas cerámicas, son algunos de los títulos de exposiciones individuales realizadas principalmente en mi taller TresCaña en Morelia, antes de emigrar por varios años a Europa en 2009, donde trabajé con porcelana y barros locales.

Notlallo fue hecha en una etapa muy complicada de mi vida, a inicios de este nuevo siglo. Fue una obra sobre nuestra cosmogonía e identidad, resuelta en piezas múltiples. Ya para entonces había expuesto en todas las sedes posibles de Morelia, y quise que esta obra dialogara con las piezas arqueológicas del Museo Regional Michoacano, donde se encuentra parte de la arqueología michoacana. Tuve el honor de inaugurar con el poeta Juan Bañuelos, que hizo un poema sobre la obra. De ahí se fue a exhibir a San Antonio en la Casa de México, y a Indiana, a la galería de su Universidad en Kokomo. Y se perdió.

En realidad la SRE dejó de moverla y quedó al resguardo en una de sus bodegas y yo, ya en otra dinámica, dejé pasar el tiempo, además de que las bodegas cambiaron de dirección, por lo que le perdí la pista. Hice otras exposiciones, me diversifiqué y fui jurado en uno de los concursos de alfarería sin plomo de Capula, Mich., poblado donde obtenía el barro en polvo para trabajar, y donde doné mi horno y todos los materiales y herramientas cuando migré. No fue hasta que volví a México en 2014 que me decidí a encontrarla. Para eso, pedí un espacio en el Museo de Arte Popular, y esto fue lo que inició el segundo y hasta ahora muy exitoso segundo aire de Notlallo, además de que en el camino la colección original se ha ido desintegrando, por suerte.

En el 2020 el Museo del Pueblo de Guanajuato lo albergó como parte del 48 Festival Internacional Cervantino, con el título de Maíz nuestro de cada día, un diálogo entre el ayer y el hoy en torno al maíz, quedando en Guanajuato varios meses. De ahí se fue al Museo de Arte e Historia de Guanajuato en León y hoy ha llegado a Cuernavaca para montarse en el MAIC, convirtiéndose en mi primera individual en mi nueva ciudad, y donde toma forma de ofrenda abierta a la fuerza de la vida que nos hace ser.

Escribo todo esto para contar la historia y porque ya no me puedo llamar ceramista, puesto que dejé de hacerlo desde que volví de Banff, cuando mi práctica artística se diversificó hacia la multidisciplina, pero aunque no tengo ya taller, el amor que le tengo al barro es perenne y seguiré propagando el conocimiento sobre la alfarería y la cerámica mexicana en talleres (si es posible), seminarios y conferencias, como lo he hecho tanto en museos como centros ceramistas en México, Europa y en el Instituto de Bellas Artes de Guangzhou, en China, donde tengo amistad cercana con ceramistas que me introducen a la gran maestría y diversidad de sus técnicas ancestrales. Además, continúo como artista invitada para impartir el Seminario de Historia de la Cerámica para La Esmeralda. Sin embargo, no sé si vuelva a producir ni cómo, y tampoco sé si Notlallo seguirá camino.

Solo la diosa yoruba de la cerámica hecha por mujeres, Iya Mapu, lo sabe.

El Origen se expondrá después de 20 años

Como parte de Notlallo, El Origen era, junto con Mazorcas y La lluvia de todos los días, parte de los 3 ejes discursivos más importantes de la instalación. Después de recuperar toda la obra tras muchos años de tenerla perdida en alguna bodega, la recuperé para exponerla en el MAP, Museo de Arte Popular. Sin embargo, El Origen no cabía en el espacio asignado, así que la dejé fuera. Además, consideré que el concepto detrás de las piezas muy bien podía abstraerse de todo el discurso de Notlallo y constituir una pieza aparte. Notlallo no sufre sin Mazorcas, ahora propiedad del Cencalli, Museo del maíz, y tampoco sufre sin El Origen, ni por las piezas que se han ido quedando en el camino, como La Banda de los Olotes y el Tzompantli Maya. Y aunque la segunda vida de Notlallo es algo que verdaderamente agradezco, y que tendrá su siguiente parada aquí en Cuernavaca el 3 de septiembre, el hecho de que las 9 piezas del Origen sean vistas después de su última exposición en Indiana y al mismo tiempo que el resto de piezas, es algo muy singular.

Cuando Isadora Escobedo me invitó a participar en Verde Violeta, le pedí que fueran esos nueve pechos los que se expusieran. El discurso sigue siendo el mismo: somos de mujer, de barro, de maíz. Pero además habla del poder de resiliencia y de generación. No importa que nos hayan roto, somos diosas.

Además, es una estupenda manera de agruparme con las artistas locales, junto con la querida Grace y con Magali.

Agosto y la primera cosecha

Ha pasado la Noche de San Juan, Litha o la Noche del Medio verano. En el solsticio las puertas de los mundos se abrieron una vez más para dejar pasar los efluvios mágicos del otro mundo y se han vuelto a cerrar, al apagarse las hogueras de esa fiesta ígnica. Las Hadas y demás seres que habitan esa dimensión accesible en esa noche especial, cargan el ambiente de un hálito sobrenatural que impregna la tierra y se dice que las plantas venenosas pierden sus propiedades dañinas y las medicinales multiplican sus virtudes, por lo que es la mejor noche del año para recolectarlas. Mas la Rueda en su continuo giro nos coloca ahora en el punto en que las noches empiezan a alargarse y nuestro verano mengua. En buena parte del planeta el ciclo agrícola llega a uno de sus puntos cúlmines y la tierra pare el grano que alimenta a sus criaturas.

Llega el primero de tres festivales de la cosecha, que se asocia al grano maduro. Aquí haré una relación de algunas formas de celebrar este triunfo agrícola en el mundo, triunfo que todos debemos honrar: la primera cosecha.

Entre el primero y el 3 de agosto es una de las cuatro grandes celebraciones de la Rueda, a ¼ del año a partir de Beltane. Su punto astrológico es cuando estamos a 15° en Leo, aunque tradicionalmente se efectúa desde finales de julio a los primeros días de agosto. Este es un punto de poder del Zodiaco, simbolizado por el León, una de las 4 figuras tetramorfas de las cartas de El Mundo y la Rueda de la Fortuna del Tarot (las otras on el Toro, el Águila y el Espíritu Humano). Los astrólogos saben que estos cuatro símbolos representan a los cuatro signos fijos del zodiaco y que se alinean naturalmente con los Grandes Sabbats. Estos íconos también han sido adoptados para representar a los cuatro evangelistas.

Conocido como Lammas, nombre cristiano medieval que se viene del sajón Hlaf y deriva en Loaf-mass o fiesta de la hogaza depan, es también Lughnasadh para los celtas irlandeses, los juegos (nasadh) de Lugh el Dios Sol, quien consiguió los secretos de la siembra. En Gales es Lleu, el hijo rubio de Arianrhod, o sea el Dios del Sol y del Grano. En la antigua Grecia es la Kronia, que honra a Kronos como dios del grano cosechado. Esta es una festividad de la Era Dorada, regida por Rhea y Kronos, cuando no había opresión y sí equidad y libertad. Como esto sucedió antes de que Zeus trajera orden al mundo, la Kronia es una fiesta caótica.

Los romanos celebran a Ceres, en la Ceresalia y en la Streghería italiana la llaman La Festa di Cornucopia. Podemos decir que con esta cosecha se honra al Dios Sol, que se va debilitando a la vez que crece en el vientre de la Diosa, y al mismo tiempo agradecemos las semillas y las plantas que pasan por un proceso de muerte, como es una cosecha, para poder renacer en la siguiente estación. Es la promesa de la siembra de la Primavera convertida en realidad.

Existen multitud de mitos acerca de la primera cosecha y el rito incluye la cosecha misma, siendo la celebración final la ingestión del pan. En la Rama Dorada, Frazer da cuenta de cómo los ritos giran alrededor del acto mismo de la siega, del uso de la hoz, la guadaña o el machete, que mata la planta con el fin de obtener su sangre, su carne e incluso su espíritu. Son los rituales de muerte y renovación que se manifiestan en la obtención de sustento y que se manifiestan en el mito. Los sacrificios refuerzan la renovación: si el Dios del Grano mismo, cuando lo habita, se ofrece en sacrificio, el verter la sangre de toros o humanos como ofrenda conlleva el mismo significado.

Isis descubre los cereales entre las plantas silvestres y Osiris recorre el mundo enseñando la agricultura, además de la fabricación del vino y la cerveza, lo que nos remite a su descuatizamiento y diseminación por la tierra, llevando esa nueva prosperidad. El mito entonces se revive con la siembra ritual. Se abrían los surcos con un arado jalado por dos vacas negras y se fabricaban imágenes de Osiris con granos, tierra, hierbas aromáticas e incienso, para enterrarlas en los campos de labranza. El cereal al crecer permite el renacimiento del dios, el crecimiento de la sustancia divina. Isis llora su muerte y el Nilo inunda y fertiliza las tierras.

Esta es la forma del que no podemos nombrar,
Osiris de los Misterios,
Aquél que brota de las aguas que vuelven.


Del Libro Egipcio de los Muertos

Isis, La de los Mil Nombres, es también la Creadora de la Verde Siembra, la Diosa Verde, la Señora del Pan, y no solo es la creadora de la flora en general, sino la misma planta alimenticia. Es la Madre del Grano, al igual que Deméter/Perséfone, La que ha Parido los Frutos de la Tierra. Ella da a Triptolemus, príncipe de Eleusis, las semillas y el arado, jalado por serpientes, y lo manda a recorrer el mundo para enseñar el arte de la agricultura.

Cosecha de arroz en Tailandia

Deméter, de aceptado origen cretense, es La Madre de la Cebada, que parece ser el cereal cultivado más antiguo en Occidente. Ella, al igual que la frigia Cibeles, son formas locales de la Gran Madre mediterránea. En los Misterios de Eleusis, los ritos de siembra eran realizados únicamente por mujeres, se sacrificaba un cerdo y su carne se mezclaba con los granos para asegurar una cosecha abundante (¿Un protopozole?). Las ceremonias de iniciación a los Misterios incluían ayunos y purificaciones, un descenso ritual al inframundo (que se llevaba a cabo con la ingestión de una bebida sagrada, compuesta de agua de cebada -que según Wasson contenía un enteógeno- y poleo, una menta), así como el uso de magia simpática para asegurarse la renovación de la vida. Una sacerdotisa y un sacerdote –representando a Demeter y Dionisios- oficiaban los ritos de iniciación, entre los cuales estaba el Matrimonio Sagrado o ieros gamos. Esto sucedía a lo largo de nueve días a finales de septiembre.

Mientras Adán esperaba con ansiedad su vuelta, había trenzado una guirnalda de preciosas flores para adornar sus cabellos y coronar sus labores campestres, como suelen hacer los segadores con su Reina de la Cosecha.

Milton. Paraíso Perdido.

Madre del Grano es un apelativo común que personifica la divinidad del cereal.

El vaivén de las espigas con el viento es un signo de su presencia a través del grano. Es el aspecto de proveedora de la Diosa. En Europa se cree que reside en las últimas plantas por cosechar. Con ellas se forma una muñeca, la Madre, Doncella o Reina de la Cosecha, o también una guirnalda. En algunos lugares se quema como ofrenda o se empapa en agua como amuleto que atraerá las lluvias, pero generalmente se guarda y sus granos se mezclan con los destinados a la nueva siembra.

Otra manera de personificar a la Madre del Grano es que alguien del pueblo se vista con sus atributos. He aquí un ejemplo, relatado por Clarke en 1812, de lo que sucede en Cambridge, Inglaterra:

«En el Hawkie, o Casa de la Cosecha, vi a un payaso vestido de mujer, con la cara pintada, la cabeza decorada con mazorcas y otros emblemas de Ceres. Era llevado en una carreta por las calles, con gran pompa y gritos, los caballos cubiertos con sábanas blancas. Al preguntar por el significado de la cereminia, la gente me dijo que llevaban a la Reina de la Cosecha».

En Escocia al último atado de la cosecha lo llaman la Cailleach, que es el nombre de la Diosa como Vieja. En las Hébridas (las islas de Bride) la convierten en muñeca y la pasan de mano en mano entre todos los habitantes de la isla. El último en tenerla la cuelga en el granero, donde queda hasta la siguiente temporada. En los pueblos eslavos es muy similar este rito: se unen doce atados pequeños del último haz y se les llama la Baba, la Madre. La última mujer en atar esta Baba es envuelta en el resto de la gavilla de modo que solo sobresale la cabeza. La llevan en la carreta con el resto de la cosecha y en su casa le echan agua encima. Así permanece, mientras todos bailan a su alrededor.

Según Frazer, estos rituales primitivos formar parte del paganismo antiguo y en los que cualquier persona desempeña el rito, según sea necesario y, otra de las características de la antigua religión, no hay templos. Además, los ritos son mágicos más que propiciatorios…las cosas deseadas no se obtienen propiciando el favor de los seres divinos por medio del sacrificio…sino ceremonias…que se supone influyen directamente en el curso de la naturaleza.

El espíritu del grano habita también el maíz de los mayas, llamado Imix. Antes de la cosecha, los granos guardados de la anterior se reparten entre los sacos que recogerán las nuevas mazorcas. El Imix vive igualmente en las últimas plantas que se recolectan. El campesino recoge estas semillas y en su casa son rociadas con sangre de gallina, para después guardarlas y repetir el ciclo en la próxima cosecha. El espíritu del arroz en Indonesia es tratado como a una mujer en su proceso de vida y muerte, y cuando el arroz está en flor es tratado como mujer embarazada, cuidándolo de igual manera para evitar que aborte. Cuando los granos empiezan a formarse son tratados como niños. Cuando la cosecha es ya necesaria, se toman todas las precauciones para ejecutar la obligada operación quirúrgica de segar con el mayor disimulo y dolor posibles (Frazer). Para los cree de Canadá, Lammas es Busk o fiesta de los primeros frutos, que es cuando ya el grano está maduro. Esta ceremonia marca el tránsito al año nuevo. Como parte del ritual , se hace limpieza y renovación completa, desde el fuego a los enseres, para poder recibir los nuevos frutos, que son ofrecidos al fuego sagrado.

Ritual de cosecha en Tizimín, Yucatán.

Este giro de la Rueda marca la cosecha no solo de granos sino de hierbas medicinales y mágicas. Es el tiempo de prepararse para el otoño y el futuro invierno. Es el momento de recibir y honrar la abundancia de la Diosa, de agradecer a su hijo en forma de Grano, de alimento. Es tiempo de ver nuestra propia cosecha y saber que es lo que sembraremos para los días por venir.

Fue una noche de Lammas
– las mazorcas estaban maduras-
Cuando esperé a Annie a la luz de la luna.
¡Mazorcas y atados de cebada¡
las mazorcas están maduras
y no olvidaré esa noche
en el maizal con Annie
.

Robert Burns

Y ahora en Valle de Bravo

CONTINGENCIA en la Academia

Ante la propuesta de Inmaculada Abarca, escribimos una pequeña ponencia al alimón sobre CONTINGENCIA para el V Congreso Internacional de Investigación de las Artes Visuales en la Universidad Politécnica de Valencia, hablando sobre el contexto y la circunstancia que impulsó el proyecto y presentando a cada una de las artistas y sus videos bajo un soporte académico (por parte de Inma). El texto se publicará en la Memoria del Congreso, por lo que nos coloca en el sinuoso territorio de la Academia. Y no contentas con eso, escribiremos un artículo más amplio para publicarlo en alguna revista arbitrada.

Este ha sido el siguiente paso de su travesía, pero CONTINGENCIA todavía va a dar más que hablar, y que ver.

Y se puede leer el texto completo si acceden a este enlace.

Se accede, ¡no se accesa!